Rekonstruktion
Re-pensar en Alemania
Por Alicia Caldera

Antes de comenzar el reportaje, es necesario acotar que las entrevistas de las cuales se nutrió, se hicieron en Frankfurt o en Berlín en Junio del 2009.

Pensar en Alemania significa, la mayoría de las veces, en imaginar un muro y recordar mucha historia que tiene que ver con guerras: con separación y con unión.
Como participante de las dos guerras mundiales, Alemania desempeñó un papel importantísimo en el desarrollo y las conclusiones de las mismas. Esto definió el rumbo político mundial.
Luego de ser el gran perdedor de la segunda guerra mundial, Alemania es dividida por un muro político que separa un mismo territorio en dos ideologías: la capitalista y la socialista. En diciembre de 1946 La administración soviética ordena el aseguramiento de las líneas de demarcación en la zona de ocupación soviética, es decir, el trazado del primer muro. En Octubre 7 de 1949, los Estados unidos de Norteamérica, Bretaña, Francia y Rusia dividieron Alemania en tres zonas de ocupación que finalmente produjeron la construcción del muro en 1961.
Es entonces, que el país, pero sobretodo Berlín, es obligado a recrear una manera diferente de ser, de vivir, incluso de hablar. Comienza la división del país y al mismo tiempo, la integración de la nueva sociedad. Además el país se vio sumamente mermado en el número de habitantes y en la destrucción total. Había que reconstruir al país. Así lo comenta Markus Wiegner, director de la oficina de asuntos multiculturales en Frankfurt:

“Después de la segunda guerra mundial, la economía alemana se expandió: lo que llamaron el milagro de la economía. Y por eso había trabajo para todos, de hecho había más trabajo que trabajadores, algo imposible de imaginar el día de hoy, y por eso se buscaron trabajadores en el extranjero: en Italia, en España, Portugal, Turquía.
Estamos hablando de la mitad de los años cincuenta a inicios de los años sesenta..
Al principio trajeron hombres sin su familia y los contratos de trabajo eran por un tiempo breve. Nadie previó que esas personas que se quedaran a vivir aquí, en Alemania.
Todo estuvo bien, por un par de décadas, pero después los hombres llamaron a sus familias y vinieron. Al principio todas esas personas añoraban con volver a su patria, pero con el tiempo, cambiaron de opinión y decidieron quedarse a vivir. Y esas familias tuvieron hijos que crecieron y fueron a escuelas alemanas, es decir, esos niños son mitad alemanes y mitad de otra nacionalidad. Y a ellos se les llamó Gastabaita de manera despectiva. Es por eso, que la palabra ya no se usa.
Luego llegaron millones de personas de la antigua URSS porque tenían familiares aquí en Alemania y se podían quedar.
Entonces, podemos decir que hay dos tipos de Alemanes, lo que no tienen un trasfondo inmigrante y los que sí.”


Por lo tanto, tenemos que mientras desde el exterior Alemania se divide, hacia el interior, los alemanes intentan seguir integrados y además, integrar los nuevos elementos idiomáticos, culturales y políticos que se presentan. Y es que como sociedad, están históricamente acostumbrados a los encuentros y los desencuentros. Así lo comenta el pastor evangelista, Manfred Fisher encargado de la Capilla de la Reconciliación:

“En 1894 la reina Victoria decía que esa comunidad era la de la reconciliación porque los trabajadores se sentían parte de la comunidad del rey.
Luego, en Weimar había muchos grupos extremistas como los prusianos y entonces, el tema de la reconciliación era aplicable para toda la república alemana.
Llegó la crisis del 29 y entonces lo que para algunos eran los años dorados, para muchos otros eran los años del desempleo, por lo que para muchos católicos y cristianos, Hitler era quien tenía la solución y entonces viene la pregunta ¿qué es mas importante Dios o Hitler? Y ahí la reconciliación tiene que ver con el poder.
Seis años de guerra, de bombardeos que terminaron con todo. De ser 20 mil, sólo quedaron 5 mil en la comunidad…y ahí reconciliación quiere decir mucho mas que todo lo anterior.
Y luego de partir Alemania en cuatro, la dejaron sólo en dos y en la historia alemana y de sus reconciliaciones, no encontraban un momento de respiro. En el 71, otra vez quieren mandar toda la historia a la goma y volver a empezar, es ahí cuando la gente comienza a entender que una ciudad no son sus edificios sino sus redes sociales.”

Ahora bien, el 9 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín, como símbolo del término de la guerra fría y como el inicio de una nueva época mundial representada en la nueva etapa de la reunificación alemana. La caída del muro de Berlín al contrario de lo que pareciera, es el inicio de una nueva problemática. Vayamos por partes. Cuando el muro cae, no es que las dos Alemanias (la capitalista y la comunista) convivan alegremente, sino que la relación está llena de prejuicios y de desencuentros como nos lo comenta Wolk Kühnelt director de la sociedad para la promoción cultural en Berlín:

“El problema es que no se unificó a dos países distintos, sino que de alguna manera la Alemania capitalista se tragó a la RDA. Sigue habiendo dos extremos, los que están eustálgicos (por el este) y la caída del muro es como abrir un campo de concentración En el este había igualdad de la mujer que en el oeste no se veía y aun es difícil. Para el este, una mujer que tenia hijos no significaba ningún problema laboral, al contrario de para el oeste”

El Oeste y la eustalgia es algo muy difícil del comprender por los que vivimos en una cultura capitalista. Por eso el tema de la integración nos parece extraño, pues creemos que quienes vivieron en el sistema comunista, ahora viven en una democracia y por eso son mucho más felices, o tienen una vida más cómoda, como lo expresa el escritor Ingo Schuelze:

“La represión por un lado fue mediada por las instituciones educativas, entonces era claro que si no entrabas al partido, no tenías acceso a crecer en tu carrera, ¿no?, por otro lado una vez que tenías un puesto de estudios en la universidad no te tenías que preocupar de conseguir un trabajo. Pero bueno, lo difícil era conseguir una plaza de estudio.
En comparación con otros países del este, siempre había suficiente comida acá, carne por ejemplo, en todo caso, lo que faltaba eran vegetales.
Ahora mi propósito principal no es el hablar sobre la RDA, sino hablar sobre precisamente esa coalición de las dos diferentes Alemanias, de esa transformación del 89 del 90. Hay un chiste que se usa mucho acá, que hasta el 89 uno podría decir todo sobre su jefe pero nada sobre el canciller en turno, pero después del 89 uno podría decir todo sobre el canciller pero nada sobre su jefe. El problema es que es muy fácil hablar sobre la RDA, por que se simplifica con frases como: estado sin derecho; estado de vigilancia…entonces es muy fácil terminar con la interpretación del pasado con estas dos frases.
Claro que estoy muy feliz de que ya no exista el muro y, desde antes hice todo lo posible para apoyar su caída, pero eso no quiere decir que ahora estemos en el mejor de los mundos”

Ahora Bien, ¿qué sucedió con los jóvenes que no conocieron Alemania antes del muro? ¿cómo puede reunificarse la sociedad joven de un país que durante su vida nunca había estuvo unido? ¿cómo re-encontrarse con el otro que nunca se ha visto pero que, se supone es parte de uno? Heiko Hoffman, editor de la revista alemana de música electrónica, groove, nos responde:

“Entiéndase que el muro ha caído y muchos lugares se quedaron sin dueño claro, por lo que se pueden okupar. Y además están en el centro de Berlín ya que es el lugar que pertenecía a las dos Alemanias y todo, por un precio muy barato. Pero además, en los primeros años que el muro cayó la gente del oeste de Berlín, no tenía a qué ir al este durante el día, ya que no había tiendas ahí, sólo institutos de cultura que no eran muy interesantes para la gente joven, entonces la única ocasión en que la gente del oeste, iba al este, era cuando visitaba todos estos lugares y además, era la única ocasión en que podían conocer gente de su misma edad del este. Y para los del este, también fue un mundo nuevo porque antes de esto, sólo podían hacer cosas que estaban reguladas completamente por el gobierno, o discotecas oficiales. Y como si todo esto fuera poco, en ese momento, la música techno se volvió bastante popular.
Entonces tienes que verlo de esta manera: con la reunificación, la gente del este y del oeste se conocía por primera vez, en lugares completamente nuevos y con una música nueva, bastante popular…y la música era tan energética que no importaba que los sistemas de sonido fueran malos o la luz, barata. Con la música techno, bastaba.
Si tu visitas cualquier otra ciudad de Europa, verás que los clubs tienen música techno un solo día a la semana, pero en Berlín, siempre lo tiene. Es como estandarte de esa época de re-conocimiento de cosas nuevas, además de todo eso que ya platicamos, Berlín se volvió capital de Alemania de nueva cuenta, pero completamente descentralizada y sucede que no es una capital como todas las otras del mundo, ya que aquí, por ejemplo, no hay industrias porque durante la segunda guerra mundial se destruyeron todas y las construyeron en otro lugar. Entonces, esta es una de las razones de que la economía berlinesa no sea muy buena, ya que no existen grandes compañías que soporten el peso económico de la sociedad de Berlín y aun cuando hay muchas personas viniendo a vivir a esta ciudad, creo que hay aproximadamente 150 000 departamentos vacíos en la cd lo que también abarata los costos de renta. Y aquí en el centro, donde estamos nosotros, aun mas, ya que es la zona en donde mas departamentos vacíos hay.”

La complejidad del tema en lo juvenil es una pequeña muestra de todo lo que en el país sucede a partir del 9 de noviembre de 1988. Se podría decir, que la muestra de todo esto, es Berlín. Y Berlín es imperfecto, es la única ciudad alemana que se siente como no-terminada, por lo que los habitantes tienen la posibilidad de ayudar a su término…o a su reconstrucción. Además, Berlín antes de la caída del muro, fue un lugar de reunión de punks, contestatarios, anarquistas y jóvenes en contra del gobierno (comunista o capitalista) alemán, ya que el mismo Estado, ofrecía, a quienes fueran a vivir a Berlín, no hacer el servicio militar a manera de recompensa por aceptar vivir en ese lugar. Obviamente, eso aderezó el caldo de cultivo social.
Desde la crisis y la imperfección, los alemanes intentan mejorar como país, como sociedad. Como mencionamos anteriormente, al término de la Segunda Guerra Mundial, hubo mas trabajo que trabajadores y por eso se invitó a los extranjeros que quisieran trabajar en Alemania a hacerlo. Luego, esos trabajadores se llevaron a sus familias y cuando el muro cayó, el país se convirtió en un excelente lugar para inmigrar desde los países pobres y cercanos como Servia, Croacia, Turquía, Marruecos, Rumania, Yugoslavia y Polonia. Entonces, el tema de la integración, no sólo es para los alemanes por nacimiento, sino para los inmigrantes legales e ilegales y su descendencia. A este respecto comenta Markus Wiegner, director de la oficina de asuntos multiculturales:

“Se necesitaron 20 años de discusión para que la Integración se convirtiera en una palabra clave, sobre todo desde la difusión del tema a través del periodismo. Gracias a la que el tema ha permanecido, en la actualidad todos los días hay cuatro o cinco notas al respecto y esto a partir de la fuerte inmigración en el país, por lo que hubo que hacer algo al respecto.”

Y entonces se creó una oficina de asuntos multiculturales cuya única función es sensibilizar a los ciudadanos de la nacionalidad que fuere, a que respeten al otro que está a su lado…aunque haya nacido en un lugar distinto.
En Alemania integración es casi un sinónimo de reconstrucción. En todos los niveles, en todos los ámbitos y hacia muchas direcciones. ¿Cómo es que este país está caminando en conjunto hacia un mismo objetivo y desde qué parámetros? En primer lugar, porque es necesario para poder vivir. Hay cuestiones que dividieron o agregaron elementos a la sociedad…pero conviven, entonces, buscaron la forma de mejorar la convivencia pues necesitan unos de otros.
Luego de detectar el problema, llevan 30 años discutiendo el punto en lo inmediato y en lo mediático, por lo que se han ofrecido muchísimas soluciones y propuestas que hoy en día, a punto de cumplirse los 20 años de la caída del muro, se ejecutan o se proyectan.
Y por último y sobre todo, un pensamiento generalizado que permea la integración: pensar en el otro, el pastor Manfred Fisher lo deja más claro en la charla con él:

“Yo te necesito. Tú no eres mi problema, al contrario yo no puedo vivir sin ti.”

lunes, octubre 19, 2009

 
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