El performance no me gustó. Me hizo sentir débil, pequeña e indefensa. Sin embargo, el show luego del performance, ha sido bonito y disfrutable.
No ha habido desfile precisamente, pero sí se ha formado una lista para nombrarse en tiempos de soledad futura. No ha habido abrazos azules ni verdes, pero sí la conciencia de algunos que pasaron o de otros pretendidos y de algunos más, añorados profundamente y que tendrán que suceder en algún momento.
Ha habido consciencia de la vida, ya tan olvidada por costumbre de hacerse y ser. Ha habido consciencia del amor y de la ternura que no están en lo sensorial pero sí en lo espiritual. Ha habido sonidos ya casi olvidados en lo auditivo pero no en lo sentimental. Ha habido paz en lo físico, pero no en lo intelectual.
Y ya que la deidad (cualquier nombre que esta tenga) tuvo la delicadeza de enviarme a ser parte de un performance para recordarme que el ritual aquel, en el que el enojo era el protagonista, no era lo más conveniente; ahora que lo veo a los ojos, pido ternura, justicia, brazos…
El performance no me gustó. De verdad. No me gustó. Sin embargo, espero aprender lo correspondiente.

jueves, octubre 12, 2006

 
Desde la trinchera, desde mi sonido... - Wordpress Themes is proudly powered by WordPress and themed by Mukkamu Templates Novo Blogger