Mujer observa su cuerpo bajo la luz amarilla del vestidor de tienda X. Inventa la historia de una fémina cansada, ajada y flácida frente a sus ojos. Llora por observar que frente a sus ojos, se encuentra reflejada la imagen de alguien, por lo menos, diez años mayor de lo que realmente es.

Mujer cuida ojos que no la observan. Inventa la historia de un escape tecnológico de la realidad fugaz y maravillosa, que en ese momento puede vivirse y escucharse. Ella intenta brincar con pies de bocina, de furia, de gozo musical. Mira con atención la representación visual de sonoridades conocidas y esperadas y se decepciona con ojos escapistas.

Mujer abraza historias convergentes de tiempo ha. Re-crea para ellas, mundos mejores y constantes.

Mujer siente celos de fotografías ilustrando fantasmas que no terminan de marcharse. Que sombrean colores que no terminan de cuajar. Y luego, siente pena de escribir historias comunes, luego de tres décadas de enseñanza vívida.

Mujer inventa historias. Es lo único seguro.

lunes, octubre 20, 2008

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