A Dany le gusta pedir leche calientita cuando se acuesta en el sofá. A veces se queda dormido mientras se la toma, y no le gusta que le quiten el biberón cuando eso pasa.

A Dany le gusta pedirle a su mamá que le ponga su disco favorito. Él brinca en su cama hasta que se cansa. Luego baila en el piso y canta con todas sus fuerzas, hasta que sus vecinos logran escuchar los gritos de su canto.

A Dany le gusta acompañar a su hermana Karen al karate. Y se imagina con ella en una película de esas que le gusta ver a su papá, los sábados por la noche.

A Dany le gusta sonreir siempre…aunque esté de mal humor y no quiera ver a nadie.

Dany siempre dice “por favor”, “perdón” y “gracias”: Un día, Priscila (que es una amiga de Karen) estaba tapando el pasillo y Dany no podía pasar. Entonces, Dany reflexionó un momento y como aún no sabe hablar, le dio una patada a Priscila para que se hiciera a un lado. Priscila volteó a ver a Dany, y él sólo le dijo: “perdón” pero ella no se enojó, pues entendió que Dany no podía pedirle que por favor se moviera para que él pudiera pasar.

A veces, Dany se desespera, pues es un niño carismático y todos los adultos quieren abrazarlo y besarlo…pero eso a él, no le gusta. Y menos si es un adulto que no conoce. A él, le interesan otras cosas.

Como por ejemplo, le interesa trepar a su papá. Cuando ve a su papá sentado, ¡inmediatamente corre a treparlo! Su papá se convierte en una gran montaña que cambia de color, de forma y hasta de humor cada vez que lo trepa…es por eso que se vuelve tan interesante hacerlo…Definitivamente, a Dany le gusta trepar la montaña que es su papá.

lunes, septiembre 15, 2008

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